Mi primer tratamiento.
Como ya comenté en un post anterior, mi menopausia comenzó realmente cuando mi ginecólogo me la diagnosticó. Claro está.
Aunque yo intuía lo que me estaba pasando, hasta que no te haces la prueba, y el médico te asegura el diagnostico, no puedes decir que tienes la menopausia con certeza.
Por lo que lo primero que tienes que hacer, si crees estar con los síntomas, es coger cita con el ginecólogo y que te haga la prueba correspondiente.
Posterior al diagnostico, el ginecólogo te prescribirá un tratamiento, normalmente suelen ser pastillas hormonales para paliar los síntomas. Es decir, una terapia hormonal sustitutiva.
La terapia hormonal reemplaza las hormonas que el cuerpo deja de producir y suelen ser tratamientos con estrógeno, aunque se complementa en las mayorías de las veces con progesterona.
Ya que en la menopausia las hormonas se vuelven un poco locas. Estos tratamientos, evitan los sofocos, los calores nocturnos, la sequedad vaginal y la perdida de masa ósea, entre otros…
Mi experiencia particular: La medicación que me mandó el médico no me fue nada, nada bien.
Ya que padezco de migrañas, estas se acrecentaron, y mi neuróloga me recomendó que las dejara e intentara por otras vías combatir los síntomas de la menopausia.
Así lo hice. Y desde ese momento llevaba un abanico en cada bolso, aunque fuera invierno…
En cierto modo me alegré de no tener que depender de una pastilla y además no me gustaba nada los efectos secundarios que había leído.
No quiero decir con esto que el tratamiento sea negativo, en absoluto. La verdad es que mientras lo tomé no noté sofocos, ni sequedad vaginal, etc… Pero no me compensaba con los dolores de cabeza.
Por lo que en función de cada una, de lo que los especialistas os recomienden y vuestra propia experiencia, tendréis que buscar aquello que os venga mejor.
Quien sabe, lo mismo no necesitas nada porque no notas cambio alguno…
Si tienes una experiencia que quieras compartir, estaré encantada de charlar contigo.
Juntas siempre llegamos más lejos.